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Esta temporada, el famoso Vikingo, o «La V» cumple 24 años de vida. Todo partió con un grupo de amigos de la generación del 94 del Colegio Bradford. Eran 12 amigos muy unidos y fanáticos del futbol que un día, motivados por el regreso al fútbol grande, empezaron a buscar una liga que los reuniera. Sebastián Muñoz,  líder y fundador de Vikingo es quien relata esta historia: “Recuerdo que nos juntamos  un día de marzo de 1996 todo el grupo de amigos en un bar, el Sergio’s, que está en Escuela Militar para organizarnos. Cada uno de nosotros tenía compañeros de universidad y los mejores exponentes fueron invitados a pertenecer al Club. Nosotros, en ese tiempo, nos hacíamos llamar “Los Guachacas”, que es nuestro apelativo como grupo de amigos desde chicos. La primera vez que escuchamos ese término nos gustó ya que siempre hemos sido parrilleros y patacheros. Siempre andábamos aperrando como fuera. Pero nos dimos cuenta que el nombre Guachacas no generaba respeto en un equipo de fútbol entonces empezamos a buscar un nombre que nos identificara. En la segunda reunión de los amigos, en la clásica fuente de soda, uno de mis mejores amigos, el Tata Otero, llegó con una polera que salía la cara de un Vikingo. Lo vimos entrar y nos miramos entre todos y dijimos al unísimo: “Vikingos”. Así debía llamarse el Club. Y coincidentemente los vikingos, nombre dado a los miembros de los pueblos nórdicos originarios de Escandinavia, famosos por sus incursiones y pillajes en Europa, también son buenos para la fiesta, para la cerveza, y para las celebraciones. Además, son luchadores, trabajadores y conquistadores. Y creo que lo que más nos gusta es que los vikingos son aclanados, son muy unidos entre ellos. De esa forma adoptamos el nombre de Vikingos Fútbol Club. 

Yo tenía un tío que me presentó un taller textil en el que diseñamos la primera camiseta. Era preciosa: azul marino con una franja amarilla con vivos blancos. Las mandamos a hacer y eran manga larga. Decidimos que fueran gruesas para resistir pero resulta que eran unos verdaderos polerones tipo pijama. En lo estrictamente futbolístico, siempre hemos sido un equipo que ha peleado todos los campeonatos que hemos jugado. Pero también hemos tenido malos momentos. Hubo una época de crisis, en 2004, que se nos desintegró la base original del Club. Lamentablemente hubo lesiones y algunos decidieron tomar rumbos distintos al fútbol. Tampoco había una serie senior en esa época y luchábamos contra equipos junior que tenían cinco o seis años menos que nosotros. En ese tiempo, aparecieron importantes baluartes que ayudaron a sacar adelante al vikingo. Por nombrar a algunos: el gordo Peralta, Francisco “El Carde” Cardemil, los hermanos González, los hermanos Daza. Y también aparecieron el grupo de los sureños, y todos juntos, logramos levantar la historia rica del Vikingo. En 2010 se formó algo muy interesante. Había gente del norte, de Copiapó, y gente que venía del sur, de Puerto Varas, a jugar en Vikingos. Ellos formaron un equipazo. Salimos campeones invictos en la Liga San José. Ese equipo tuve la suerte de dirigirlo. De 24 fechas, ganamos 21 partidos y sólo hubo tres empates. Luego, en 2011, formamos la serie Senior e inmediatamente se tituló Bicampeón (Apertura y Clausura) y Campeones del año con grandes jugadores. En 2012 salimos campeones en Junior en el Torneo de Clausura que le ganamos a Fuerte Apache en una final infartante. Luego fuimos campeones varios veces seguidas en Senior. Y últimamente, la serie Senior ha ganado dos campeonatos de Clausura, en 2018 y 2019. Y los dos títulos del año. Y en el primer año de la serie Súper Senior salimos campeones en 2019. 

Este es un club que se ha levantado de lo malo y hemos sabido mantener lo bueno. En 2018 nos constituimos como Club Social y Deportivo ante la ley con personalidad jurídica. Queremos optar a algunos fondos y viajar a disputar algunos torneos y lograr un título internacional. Además, cada año estrenamos indumentaria para las tres series. Tenemos implementos para entrenar. Organizamos sesiones de pretemporada en Huechuraba. Y somos muy organizados. Se cobran las cuotas del club y no tenemos problemas financieros. Organizamos en 2019 la primera navidad Vikinga para todas las familias de los jugadores. Compramos regalos, medallas para los jugadores destacados. Hubo hasta un viejo pascuero. De esa forma nosotros creemos que se forman las instituciones. Con el tiempo, se ha formado gente que está detrás de este proyecto y está dispuesto a dejarlo todo para que el Vikingo siga creciendo. Vikingos siempre se propone salir campeón, es cierto. Estamos acostumbrados a ganar y cuando no obtenemos el título nos duele muchísimo. Especialmente el equipo Senior que lleva años levantando copas. Pero más allá de las Copas, para nosotros es muy importante seguir creciendo como institución. Crecer con valores: Que los niños se integren a la Escuelita de la Liga San José y que compartan el sábado con sus papás. Uno de nuestros anhelos más profundos es que nuestros hijos luego jueguen en alguna de nuestras categorías. El vikingo quiere formar familias en todo esto. Para nosotros es muy importante sentirse aclanado, sentirse apoyado. Cuando alguien se lesiona nos reunimos para juntar fondos y ayudarlo a salir de la lesión. Cuando un compañero queda sin trabajo también todos nos preocupamos por ayudarlo a salir adelante.

Cuando nos toque saltar a la cancha este 2020 vamos a ir como siempre a ganar el título como es nuestra tradición. Y seguiremos adelante recordando nuestra historia. Nunca olvidaremos a Mauricio Leguía, un central, uno de los baluartes de la liga, que lamentablemente hace unos años falleció. Él nos ayudó a levantar la institución y gracias a su gestión logramos crear nuestra primera indumentaria. Tampoco olvidaremos a Diego Muñoz, mi hermano, al Zapallo, el Peli, los hermanos Leguía y tantos otros que forman parte de la gran historia del Club que día a día sigue creciendo”.